El proceso de electrólisis en la piscina de una comunidad de vecinos

A estas alturas, muchas comunidades de vecinos empiezan a dar los primeros pasos para preparar su piscina de cara a la temporada de verano. Una de las dudas más frecuentes es la de si el actual sistema de cloración cubrirá las necesidades de higiene de la piscina. Es aquí donde entra en juego la cloración salina, un sistema alternativo y eficiente al habitual cloro químico (o tradicional).

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El proceso de electrólisis salina.

En primer lugar, señalar que el clorador salino, se instala directamente en el sistema de circulación de la piscina. El equipo está formado por una célula conectada a unos bornes que, al circular el agua a través de ella, y gracias a un campo eléctrico, se genera un proceso de electrólisis. Es, en realidad, un proceso muy sencillo.

Durante ese proceso, la sal común (NaCl) disuelta en el agua, se separa en sus dos elementos: Sodio (Na) y Cloro (Cl). Es entonces cuando el cloro circula por todo el sistema de la piscina llevando a cabo el proceso de higienización y desinfección que mantendrá el agua siempre en perfectas condiciones.

Al finalizar ese proceso, parte de eso cloro, vuelve a transformarse en sal en el vaso de la piscina, reiniciando el proceso y haciendo que, la adición de sal, no sea tan frecuente como la necesidad de añadir cloro químico.

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