La cloración salina evita los ojos rojos

Las vacaciones de verano se acercan rápidamente y, para muchas personas, esto significa largas jornadas dentro de la piscina para relajarse y divertirse. El uso del cloro en las piscinas tiene muchos efectos negativos en nuestro cuerpo y uno de los que notamos con mayor facilidad es la irritación en los ojos. No todos comprenden el impacto a largo plazo del cloro en los ojos.

La principal razón de la irritación de los ojos después de nadar es el nivel de pH del cloro. Idealmente, el cloro en la piscina tendría un pH de 6.5, ya que es cuando es 100% efectivo contra las bacterias. Sin embargo, 6.5 es demasiado ácido para nuestra piel, por lo que el nivel recomendado está entre 7.2-7.8. A este nivel menos ácido, el cloro no descompone los gérmenes, grasas y aceites en el agua con tanta eficacia. Son los compuestos parcialmente degradados los que causan irritación a los ojos, ya que el cloro no puede funcionar correctamente. Del mismo modo, la picazón en los ojos también puede ocurrir cuando hay demasiado cloro en el agua.

La cloración salina es una alternativa natural al cloro, ya que es segura para los ojos. Las piscinas tratadas con la cloración salina dependen de la sal para mantenerse limpias, en lugar de utilizar cloro u otros productos químicos más fuertes. El cloro es en realidad un subproducto de la sal, por lo que, al usar un clorador salino nos aseguramos de tener una desinfección correcta y es completamente natural. Con los cloradores salinos evitamos los ojos rojos tanto en piscinas privadas como en piscinas de hoteles, camping y casas rurales.

Si bien se sabe que el cloro causa algo de hinchazón en la córnea del ojo, el agua salada no tiene el mismo efecto. Es por esto que la cloración salina es mucho más segura y beneficiosa para los bañistas y su salud.

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