Modelos de piscinas para patios pequeños
31 marzo, 2020Electrocloración salina: verdades y mitos.
1 junio, 2020Ante la situación generada por el Covid-19, todos en mayor o menor medida hemos hecho la siguiente reflexión: qué pasará cuando volvamos a salir a la calle, cuando volvamos a quedar con los amigos, cuando volvamos a nuestros trabajos, cuando volvamos a nuestras queridas piscinas. El consumo, después del coronavirus, estará impregnado de incertidumbre y búsqueda de seguridad. No habrá apretones de manos, ni abrazos. Solo conversación a cierta distancia y ejercicio físico. Por tanto, a la hora de volver a la piscina o centro deportivo, lo primero es guardar la calma y gestionar con cabeza la información que recibamos. A día de hoy, no hay evidencias científicas de que el Covid-19 se pueda contagiar a través del sudor o el agua. La posibilidad de que el virus se quede en el agua –ya la propia de la red está desinfectada con cloro y de que alguien se la trague y contraiga el virus es prácticamente nula, afirman los microbiólogos.
Las piscinas no representan, necesariamente, un riesgo mayor que cualquier otro espacio público pues el virus parece propagarse, principalmente, a través del contacto personal cercano con una persona infectada, cuando alguien tose o estornuda y las gotas respiratorias caen a personas cercanas. Pero lo que está claro es que habrá de pasar mucho tiempo hasta que recuperemos la sensación de seguridad previa a la crisis; y para lograrlo es imprescindible que tanto los responsables de las instalaciones como los usuarios sigamos tomando las medidas necesarias para evitar contagios y salir de esta pandemia lo antes y mejor posible para todos.
¿Qué medidas son estas?
Adaptando las medidas impuestas por Sanidad en las empresas en las que hay trabajo presencial y teniendo en cuenta las recomendaciones de expertos y la OMS, podríamos entender que en los centros deportivos las siguientes medidas contribuirán a evitar contagios y a recuperar la confianza del usuario en su vuelta a la práctica deportiva. En cuanto a la zona de aguas, aunque parece pronto realizar juicios acerca del comportamiento del coronavirus, el PWTAG (Grupo de Asesoramiento y Tratamiento de Agua de Piscinas de Salud Pública de Reino Unido) manifiesta que “el agua de la piscina sería un entorno seguro y libre de Covid-19”, por su tratamiento con cloro.
Según recomendaciones de la OMS, antes de poner en marcha la piscina deberemos hacer una hipercloración y un ajuste paramétrico del agua y, posteriormente y antes de su apertura, tomar una muestra de agua para que sea analizada en laboratorio y así estar tranquilos de que nuestra piscina está sana y libre de patógenos.
Aunque esto parece tranquilizador, han de tenerse en cuenta también otros factores sanitarios en las piscinas y las medidas higiénicas deben ser lo más exhaustivas posible tanto
por los usuarios como por el centro. Por parte de los usuarios, como ya se pedía antes del brote, y ahora en mayor medida, será indispensable ducharse antes y después de utilizar la piscina (enjuagarse en la ducha solo un minuto ayuda a deshacerse de la mayoría de los residuos presentes en el cuerpo), desinfectarse las manos antes y después de tocar cualquier elemento del entorno de la piscina -como escaleras, barandillas, etc.- y mantener las prácticas de distanciamiento social en vasos, duchas y playas. Resulta también de importancia el lavado y desinfección de bañadores y cualquier accesorio de baño empleado.
Por el centro, se deberán implementar medidas extraordinarias de higiene para garantizar la seguridad de los nadadores, lo cual incluye analizar -con más frecuencia de la habitual hasta ahora- el PH del agua y los niveles de los desinfectantes de la piscina, hacer más análisis bacterianos, limpiar y desinfectar con más frecuencia los objetos y superficies de contacto en el entorno de la piscina, cumplir con las directrices de las Autoridades Sanitarias en todo momento y hacerlas cumplir por trabajadores y usuarios. Además, precisamente porque no se conocen los efectos exactos del calor sobre el coronavirus, se recomienda mantener cerrados, por el momento, saunas y baños turcos.
En lo que respecta al resto de la instalación, la OMS considera que el riesgo de infectarnos por contacto con objetos es bajo. No se sabe con certeza cuánto tiempo sobrevive el virus causante de la Covid-19 en una superficie, pero parece comportarse como otros coronavirus, pudiendo subsistir en una superficie desde unas horas hasta varios días. En cualquier caso, el virus se elimina de forma sencilla con limpieza y desinfección del material. La clave, por tanto, está en la limpieza y en las medidas de higiene y seguridad
que adoptemos. Otras medidas indispensables son, por parte del usuario, procurar ir a las horas de menos actividad y limpiar las máquinas y material deportivo antes de su uso -puede utilizar sus propias toallitas desinfectantes-, así como limpiarse las manos con agua y jabón antes y después de utilizar el material y evitar tocarse la cara en lo posible.
Por parte del centro, además de extremar la limpieza, podrían implementarse otras medidas de protección y seguridad tales como:
- Colocar letreros por toda la instalación para recordar a los usuarios la obligación de cumplir las medidas de higiene y protección.
- Poner bandas en el suelo de recepción que marquen las distancias mínimas entre personas que esperan en el mostrador.
- Colocar algún material plástico a modo de mampara delante de cada puesto de atención al público para protección del personal.
- Dotar de mascarillas y guantes a los trabajadores de recepción, así como sería interesante también proporcionarles toallitas desinfectantes para que limpien los teléfonos y demás útiles antes y después de su uso.
- Recomendar el pago con tarjeta para evitar, en la medida de lo posible, el contacto con monedas y billetes.
- Eliminar los accesos por torno mediante huella. Limitarlos a pulseras, tarjetas u otros medios que no precisan del contacto físico.
- Dotar de los correspondientes EPIS a trabajadores de limpieza y mantenimiento, así como mascarillas y guantes al resto de trabajadores.
- En los vestuarios, colocar dispensadores de antisépticos y limitar los aforos, por ejemplo anulando un porcentaje de las taquillas, las duchas y lavabos de tal modo que se cumplan entre ellos las medidas de distancias requeridas.
- Evitar todo contacto físico entre usuarios y personal.
- Dejar fuera de servicio las taquillas de los pasillos para evitar aglomeraciones y cuellos de botella en zonas de paso, así como las fuentes de agua.
- Cerrar ludotecas.
- Limitar aforos en salas y clases colectivas a través de sistemas de reservas online y, si no se dispone de ellos, por ejemplo, delimitando en el suelo con vinilo los sitios en los que deberán colocarse los usuarios y espaciando la maquinaria que no cumpla con el 1,5m mínimo de separación.
- Favorecer y reforzar la renovación de aire en todas las salas.
- Evitar actividades de contacto.
- Aumentar el tiempo entre clases para poder realizar su limpieza de manera más exhaustiva.
- Muy importante, proteger a nuestros mayores como colectivo más vulnerable al contagio, diseñando clases y talleres específicos para ellos en determinadas franjas horarias y así evitar su contacto con otros usuarios. Y evitar, en la medida de lo posible, que utilicen los vestuarios a no ser que vengan de la piscina.
ES MUY IMPORTANTE RECALCAR QUE ES RESPONSABILIDAD DE TODOS (TRABAJADORES Y USUARIOS) EVITAR ACUDIR AL GIMNASIO SI SE PRESENTAN SÍNTOMAS RESPIRATORIOS O SE HA ESTADO EN CONTACTO.