Se acerca la temporada de verano y empezamos a pensar en cómo podremos tener nuestra piscina en las mejores condiciones, una de las primeras cosas que debemos de tener en cuenta es si hay alguna fuga. Una fuga de agua en la piscina puede acabar convirtiéndose en un dolor de cabeza una vez haya empezado el verano, es por ello que deberemos de prevenirla antes de tiempo, por lo que os vamos a dar una serie de consejos para evitarlo.
¿Qué tipos de fuga existen?
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Daños estructurales
Este tipo de fisuras suelen aparecer mientras se lleva a cabo la construcción de la piscina. Normalmente este tipo de fugas son aquellas que cuestan más localizar y las que generan más problemas para solucionarlas.
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Daños hidráulicos
Son aquellos que se han producido en el circuito de carga de la piscina, es la fuga más habitual. A diferencia de los daños estructurales, para poder subsanar estos errores es necesario que intervenga un técnico especializado.
¿Cómo podemos detectar la fuga?
Lo primero que debemos hacer es observar, mirar detenidamente todos y cada uno de los rincones de la piscina, si encuentras alguna grieta o rotura no dudes ni un minuto en ponerte manos a la obra, ya que puede traerte más de un dolor de cabeza.
Muchas de las grietas también suelen aparecer por donde hay zonas húmedas, por lo que deberías mantenerte atento si vieses alguna.
Una vez ya la hemos identificado, podemos llevar a cabo dos acciones para cerciorarnos de que es una fuga:
- Con cinta adhesiva o cualquier tipo de rotulador que posteriormente puedas borrar, realiza una marca en el nivel del agua de la piscina. Si pasan 24 horas y ha bajado, empieza a buscarla porque estás perdiendo agua.
- Llena un cubo de agua y déjalo donde están las escaleras, si ves que en 24 horas ha bajado el nivel del agua, es que tienes un problema.
En Innowater siempre trabajamos para que vuestras piscinas estén en las mejores condiciones, es por ello que os queremos hacer las mejores recomendaciones ahora que estamos próximos a la época estival.