El tratamiento del agua mediante la adición de sal en las piscinas (o cloración salina) es uno de los métodos más eficaces.
)Para que un clorador salino tenga un rendimiento idóneo, es necesario que la cantidad de sal en el agua sea la adecuada. A diferencia de la cloración química, la cloración salina produce el cloro a partir de la sal, descomponiéndola mediante la electrólisis. De este modo, obtenemos un proceso de cloración natural, mucho más saludable y ecológico.
Así, si el nivel de sal no es el correcto, nos encontramos con dos situaciones:
- Si es demasiado bajo, el generador de cloro no funcionará correctamente.
- En caso de que sea demasiado alto, el agua puede corroer las piezas y accesorios de metal, estar turbia y tener un sabor salado.
Además, es un sistema que no requiere añadir una dosis continua de sal: únicamente, y a medida que su nivel disminuye por el uso, la lluvia o el llenado, será necesario medirlo de una manera periódica. De este modo, nos aseguraremos de tener controlado el nivel de sal en la piscina y de restaurarlo cuando llegue al mínimo que no permita garantizar el tratamiento óptimo del agua.
Por ese motivo, desde Innowater te recomendamos que compruebes la sal de tu piscina, al menos, una vez al mes. Aún así, si deseas estar totalmente tranquilo y disfrutar de tu piscina sin ningún tipo de preocupación, los cloradores salinos de Innowater tienen una gran ventaja respecto a los de la competencia: calculan la concentración de sal en el agua de forma automática.
Esto tiene importantes ventajas para el usuario:
- En primer lugar; que no deberá hacer cálculos para saber la cantidad de sal que necesita su piscina, ya que el propio sistema le avisará en el momento en el que la concentración de sal en el agua haya bajado demasiado.
- En segundo lugar; si eso pasara, sería el propio clorador salino el que detendrá su funcionamiento, evitando que la célula se dañe, siendo necesario, tan solo, añadir la cantidad de sal requerida para llegar a un máximo comprendido entre 4 y 5 gr/l.
